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Correr con música es una de las costumbres más habituales entre los runners de hoy en día. Para muchos, salir a entrenar sin auriculares es casi impensable, mientras que otros prefieren el silencio total. ¿Es realmente conveniente escuchar música mientras corremos? Reflexionemos juntos sobre este tema.
Beneficios de correr con música
Está comprobado que la música tiene un impacto positivo en nuestro rendimiento físico y mental. Algunos de los principales beneficios son:
- Disminución de la percepción de esfuerzo
Escuchar música puede hacer que un entrenamiento duro se sienta más llevadero, ayudándonos a superar distancias largas o sesiones intensas.
- Regulación del ritmo
Canciones con un ritmo adecuado pueden actuar como una especie de metrónomo, ayudándonos a mantener una cadencia constante durante el entrenamiento.
- Aumento del disfrute
La música puede transformar una sesión de running en una experiencia placentera, especialmente si disfrutamos de una playlist motivadora o llena de nuestros temas favoritos.
Los riesgos de correr con música
A pesar de los beneficios, hay situaciones donde los auriculares pueden convertirse en un problema:
- Peligro en entornos urbanos
Cuando corremos por la ciudad, es vital estar atentos al tráfico y a los peatones. La música puede distraernos y reducir nuestra capacidad de reaccionar ante situaciones inesperadas.
- Desconexión del cuerpo
En entrenamientos muy intensos, escuchar música puede hacer que ignoremos las señales que nos envía nuestro cuerpo, como la falta de aire o el cansancio extremo.
- Aislamiento en entrenamientos grupales
Si entrenamos en grupo, usar auriculares puede romper la conexión social, perdiendo el valioso componente motivador y la camaradería que aporta entrenar con otros.
¿Cuándo es buena idea correr con música?
No todos los entrenamientos son iguales, y la música puede ser un excelente aliado en ciertas circunstancias. Por ejemplo:
- Rodajes largos y de baja intensidad
Para sesiones tranquilas en entornos controlados, como el campo o una cinta de correr, la música puede ayudarnos a evitar la monotonía y disfrutar del tiempo.
- Entrenamientos en solitario
Si no tienes compañía, una buena playlist puede hacer que un entrenamiento sea menos tedioso y más entretenido.
¿Y en las competiciones?
En algunas de las carreras organizadas, usar auriculares está prohibido por razones de seguridad. Pero más allá de la normativa, correr sin música durante una competición nos permite:
- Vivir el ambiente de la carrera
Los ánimos del público, los sonidos de los pasos colectivos y el entusiasmo compartido son una parte esencial de la experiencia.
- Escuchar a nuestro cuerpo
Sin distracciones externas, podemos concentrarnos en nuestra respiración, ritmo y sensaciones físicas, ajustando nuestra estrategia en tiempo real.
Si eres de los que necesita música incluso en las competiciones, un truco puede ser llevar los auriculares guardados como "recurso de emergencia". Si llegas a un punto crítico, una canción motivadora puede ser el empujón necesario para terminar con éxito.
Conclusión
Correr con música puede ser un aliado en determinados entrenamientos, pero también tiene sus riesgos y limitaciones. Lo ideal es saber cuándo utilizarla y cuándo es mejor desconectar y enfocarnos plenamente en el entorno, nuestro cuerpo o la compañía.
Como runners, nuestro objetivo es encontrar el equilibrio que nos permita disfrutar y mejorar en cada sesión. La música es una herramienta poderosa, pero no debería ser una muleta. A veces, dejar los auriculares en casa puede ser el mejor regalo que le hagamos a nuestra mente y a nuestro cuerpo.
¿Y tú, corres con música o prefieres el silencio?